Paulo, ve como se desploma el cuerpo de Sara y con aire
de indiferencia camina hacia el encuentro de la Reina de los muertos. No muy
lejos de allí puede divisar entre cadáveres una estampa femenina moviéndose de
forma inhumana, con todas la fuerza que
le queda intenta
captar su atención chillando que es una aberración de la naturaleza. Saca su dispositivo Sol y con el puntero láser apunta
al cuerpo de Gaia, a esta le entra una
ataque de risa pensado que la lucecita era la mayor baza del coronel para
acabar con ella. Pero segundos después descubre que no es lo que ella piensa.
Una enorme luz en forma de túnel, de color azul plateado irrumpe desde el
cielo cayendo sobre su cabeza. Gaia lo
mira asombrada por lo bella que parece la singularidad de la luz, empieza a notar un
calor penetrante en el cuerpo como si todas sus células fueran a explotar de adentro hacia
fuera. La luz se va estrechando hasta
tal punto que Gaia la puede atrapar con
sus manos, cuando se convierte en un punto insignificante le estalla en la
cara, provocando un estallido del tamaño de un campo de futbol. La onda
expansiva es de tal magnitud que todos los muertos y Paulo caen al suelo sin poder evitarlo. Una densa y oscura nube se levanta del origen del
bombazo, dejando casi sin visibilidad a varios metros. La nube deja a ciegas a
Paulo sin poder ver si su objetivo ha sido fulminado, pero tiene el
convencimiento de que sí, nada podía sobrevivir
aquello. Sentado sobre un par de piedras contempla como se aleja la sombría
nube dejando ver un montón de escombros en el socavón que se ha producido por
el dispositivo Sol. Varios zombis se percatan de su presencia y se dirigen
hacia él, Paulo sin apenas fuerzas se resigna a que ha llegado su hora, y con
un suspiro acepta su final. Cuando entre los muertos una estampa femenina
aparece disparando y abatiendo a todo zombi que se acercara a ella, Paulo no
distingue muy bien quien es, aquella persona que se mueve con tanta rapidez, se
le acerca y le ofrece su mano, con los últimos ápices de fuerza que le quedan el
coronel, se pone erguido con la ayuda de la chica. Paulo le indica que tiene una moto para poder escapar de
allí, sin dudarlo ella corre hacia la moto y la arranca como si fuera una
experta en motos. Acelera y va en busca
del coronel, este se agarra bruscamente a su cintura cuando lo recoge y le pregunta por su nombre, ella responde; soy
Natalia y
debemos darnos prisa, mis amigos me están
esperando en el muelle-
Paulo tan solo afirma con la
cabeza y con un giro de la muñeca de Natalia la moto se pone en marcha dejando
atrás la muerte y la desolación de la raza humana.